Francisco Vizoso (foto La Voz de Asturias) |
Aquí les dejamos de un artículo
publicado ayer domingo en el diario "La
Voz de Asturias" sobre Francisco Vizoso, en la sección
Opinión que escribe Esther Canteli
Parece un milagro, pero no lo
es. El hallazgo científico de Francisco Vizoso sobre las infinitas cualidades
clínicas y curativas de las células madre mesenquimales uterinas es realmente
asombroso.
Francisco Vizoso es una pieza
clave en el comienzo de una nueva era de la medicina, donde resultará
relativamente fácil y asequible económicamente abordar el tratamiento de
determinadas dolencias que afectan a miles de personas en el ámbito de la
oftalmología, la reumatología, la oncología o las enfermedades infecciosas, por
citar una mínima parte de las potencialidades terapéuticas de este tipo de
células madre.
Y si este descubrimiento es
fascinante y extraordinario, más aún lo es la personalidad del doctor Vizoso, y
las circunstancias que concurren en tan mágico hallazgo.
Así a bote pronto, uno se
imagina que este tipo de sofisticadas soluciones se dan en lugares donde se
mima la investigación como si se tratase de un asunto de Estado. En lugares
donde los científicos son considerados auténticos héroes y su labor es apoyada
incondicionalmente, con la mirada puesta en el interés general.
Pero a veces la realidad es tan
tozuda y tan noble al mismo tiempo, que nos sorprende con un milagro. Porque
esto si es un milagro, señores: el hecho de que un humilde médico, ubicado en
una zona periférica del mundo, como es Gijón, en un modesto (aunque modélico
hospital) como es Jove, haya sino capaz de formar y consolidar una unidad de
investigación de tal nivel y constancia como la que ha creado este gallego de
Ferrol, enamorado de su ciudad de adopción.
Vizoso tiene unas condiciones
excepcionales: inteligencia a raudales, empatía a raudales, generosidad a raudales,
y humildad, toda. Y por supuesto un entusiasmo y unas ganas de trabajar
apabullantes. Sin duda, un modelo a seguir.
Francisco Vizoso es uno de los
grandes. Un luchador literalmente infatigable, contra viento y marea, que ha
sustentado su férrea voluntad sobre el apoyo de su familia, de sus amigos y de
sus pacientes, la mayoría de los cuales tienen una fe ciega en él, una fe
incombustible que los hace creer en la vida y en la curación por encima de
todas las cosas…
Vizoso es una inhabitual mezcla
de sabio, héroe y santo (entendiendo por santo una bellísima persona). Es una
especie de cilúrnigo de aquellos que habitaban Noega, y a los que no se les
ponía nada por delante, ni siquiera el mismísimo Imperio Romano.
Es curioso que el gran
descubrimiento de Vizoso se haya producido a los pies de la antigua Noega,
mirando al mar Cantábrico. Como resulta prodigioso que sean las células
madre del útero y por tanto las vinculadas al origen de la vida, las más
«listas» de todas las que se han investigado hasta ahora.
Es realmente sorprendente que
tres grandes figuras de la investigación biomédica que han marcado un antes y
un después en la historia de la Medicina, estén vinculados a Asturias. Me
refiero a Santiago Ramón y Cajal, Severo Ochoa y
Francisco Vizoso.
La verdad es que todo esto
parece un milagro, pero no lo es en absoluto.
Y además, nada ocurre por
casualidad, porque la casualidad no existe…