Knutsen y Elcano encargan los cuatro metaneros a
astilleros asiáticos
Esta imagen de la puesta a flote de
medio gasero tomada
hace diez años parece que no volverá
a repetirse en la ría
de Ferrol. patricia rey
|
Puede ser el
golpe definitivo para el sector naval público español. Navantia
no ha sido capaz de presentar a los armadores Knutsen y Elcano, adjudicatarios
de la nueva ruta de transporte de gas entre Estados Unidos y Japón para Stream
-formada por Gas Natural y Repsol-, la mejor oferta para la construcción de
cuatro buques gaseros con opción a un quinto. El megacontrato, valorado en más
de 800 millones, se va a Asia, al astillero coreano de Hyundai (vinculado al
fabricante de coches) y al japonés de Imabari, que tendrán que entregar los
navíos en el 2016.
El
presidente de Knutsen España, Andrés Celaya, confirmó ayer que ya ha firmado
los encargos de sus dos buques con la factoría coreana, un gigante que en los
próximos tres años va a entregar 75 gaseros. Además, subrayó que Hyundai se
hizo con este encargo tras presentar una mejor oferta económica y tecnológica
que garantiza «el cumplimiento de los compromisos que hemos adquirido con Gas
Natural en nuestro contrato».
Navantia
había previsto repartir la carga de trabajo de este posible encargo entre los
astilleros de la ría de Ferrol, el gaditano de Puerto Real y también generar ocupación
para su planta de motores de Cartagena. Además, había planificado que el
astillero vasco de Sestao -de capital privado- interviniera en la obra. Pero
fuentes del sector apuntan a que la apuesta de la compañía que preside José
Manuel Revuelta siempre estuvo muy lejos de la que formalizaron sus
competidores y aseguraron que la empresa presentó en junio a los armadores una
propuesta vaga de sus buques y no fue hasta el mes pasado cuando entregó las
especificaciones técnicas, cuando los armadores ya estaban prácticamente
cerrando los acuerdos con Asia.
El máximo
responsable de la compañía pública llegó a ligar el futuro de la empresa a la
obtención de este encargo, que ahora se evapora, dejando sin perspectivas de
ocupación e ingresos a la empresa. La confirmación de la pérdida de la obra,
que iba a reportar tres años de trabajo a las plantas locales, ha generado un
gran revuelo en España. El ministro de Industria, José Soria, llegó a enviar
una carta al presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, instándole a que se
reúna con Navantia.
Alerta
máxima en Ferrol
La
preocupación en las comarcas con astilleros públicos, precisamente por las
expectativas que se habían generado en torno a este acuerdo, se elevó a niveles
máximos. El comité de empresa de Navantia Ferrol pidió a la dirección una
reunión urgente para abordar este asunto, pero los responsables locales se
remitieron al comunicado público que emitió la compañía al respecto. En este
sentido, Navantia sostiene que no tiene confirmación oficial de que el proceso
esté cerrado y afirma que continúa trabajando para que los barcos se fabriquen
en España. Además, apeló a su capacidad tecnológica para afrontar la obra y
aseguró que elegir a sus astilleros para acometer este encargo supondría «una
apuesta por el empleo y el desarrollo industrial español».
En Ferrol,
la fuga de esta obra al sector naval asiático se produce cuando restan solo
tres semanas para que la fabricación del único barco en construcción en sus
instalaciones de la ría, el Adelaide, llegue a su fin. La plantilla
auxiliar que queda en la factoría, a excepción de la que trabaja en la división
de reparaciones, está condenada al desempleo, y los operarios directos, a la
parálisis total.
Fuente: La
Voz de Galicia