Tal día como hoy, el sábado 19 de
mayo de 1928, se celebró la botadura del crucero rápido «Miguel de Cervantes»
en el Astillero de la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN),
precursora de Navantia.
La Ley Cortina de 11 de enero de 1922
permitió la construcción de la Clase «Cervera». La serie estuvo formada por los
cruceros ligeros «Almirante Cervera», «Príncipe Alfonso» y el propio “Miguel de
Cervantes». Las tres unidades fueron construidas en los astilleros ferrolanos.
El buque fue diseñado por el
ingeniero británico Sir Phillip Watts basándose en la Clase “E” de la Royal
Navy.
Aunque Mr. Watts concibió un buque
muy similar en dimensiones al prototipo británico, el crucero obtenido mejoró
notablemente las prestaciones de sus precursores ingleses. De hecho, durante
sus pruebas de mar, en diciembre de 1929, alcanzó 35 nudos, 3 más de los
exigidos por contrato.
El crucero rápido «Miguel de
Cervantes» fue puesto en grada en marzo de 1926 y su entrada en servicio el 14
febrero de 1930. Tras diversas modernizaciones y 34 años operativo, el «Miguel
de Cervantes» fue retirado del servicio el 1 de julio de 1964.
El Miguel de Cervantes y sus gemelos
tenían un desplazamiento de 7.975 toneladas métricas, 176,6 metros de eslora,
16,5 de manga y 5 de calado, 83.000 caballos de potencia, 33 nudos de velocidad
máxima y una autonomía de casi 5.000 millas marinas a una velocidad de crucero
de 15 nudos. La dotación estaba compuesta por 566 tripulantes, y su armamento
consistía en ocho cañones de 152/50 mm., cuatro cañones antiaéreos de 101'6/45,
otros dos cañones antiaéreos de 47 mm. y cuatro tubos lanzatorpedos triples.
Botadura del
crucero
Enorme muchedumbre llenaba el Astillero desde una hora
antes de la botadura del crucero «Miguel de Cervantes».
Las tribunas se veían llenas de distinguido público,
en que figuraban muchas damas.
Minutos antes de la ceremonia llegó la infanta con el
ministro y autoridades.
Una compañía de Infantería de Marina rindió honores.
Su Alteza fue aclamada con entusiasmo. A la hora
señalada se notificó a la madrina que todo se hallaba- dispuesto. Entonces el vicario castrense bendijo la
nave. Después la infanta doña Isabel, con una artística hacha labrada por Benlliure,
cortó la cinta que simulaba sujetar la quilla.
El casco comenzó a-moverse con lentitud y en este
momento su Alteza lanzó contra el mismo una botella de champagne, mientras el nuevo
crucero avanzaba dejando la grada.
Una gran ovación estalló en el público, oyéndose vítores,
a España, al Rey y a la infanta. Al mismo
tiempo tocaron las músicas y las sirenas de todos los buques.
La noticia dé lá botadura fue transmitido por la infanta
Isabel al Rey desde el mismo Astillero, mediante, el hilo directo que comunicaba
con Palacio.
Un «lunch» presidido por la infanta doña Isabel
La Constructora Naval obsequió a los invitados a la botadura
del crucero «Miguel de Cervantes» con un «lunch» de 1.200 cubiertos. Lo
presidió la infanta doña Isabel; quien, tenía a su derecha al ministro de
Marina, Honorio Cornejo
y Carvajal y a su izquierda, al marqués de Arriluce de Ibarra, Fernando María de Ybarra y de la
Revilla que ostentaba la representación de la Constructora.
Éste señor pronunció un brillante discurso expresando,
la gratitud hacia la infanta por haber sido madrina del nuevo crucero y por las
halagüeñas esperanzas de que no se interrumpirán las construcciones navales.
Dirigió, un saludo a la gloriosa Marina y brindó por España, por la Familia Real, por la Armada y, por
la región gallega.
A continuación, habló el ministro, señor Cornejo,
quien, dijo qué se enorgullecía del, barco que había salido al mar, porque representaba
un adelanto en la potencialidad de
nuestra Marina hizo cortesías de su amor al Ferrol, y más en esta ocasión,
en, la que tenía que hablar por la infanta, dada la augusta representación que ostentaba e hizo constar
que en el corazón de su Alteza vibraron siempre, conmoviendo sus fibras, todas las
alegrías y todas las tristezas.
Añadió que la infanta doña Isabel traía un encargó
para Ferrol, y era él desdecir; que las construcciones navales no se
interrumpirán. "Esto, que significa un bien para Ferrol -dijo-, lo es más
para, la Patria, y para la Marina".
Terminada la
fiesta en el Astillero, la infanta doña Isabel y el ministro se trasladaron al campo
de deportes, para presenciar el partido.
Ahora asiste al té-baile que se celebra en él Casino,
el cual está brillantísimo.
El marqués
de Arriluce de Ibarra, en representación de la Constructora, en el acto de la
botadura del Miguel de Cervantes, entregó a la infanta, su madrina, una valiosa
pulsera con turquesas y brillantes.
La infanta doña Isabel en el descubrimiento
de una lápida
Antes de la celebración
de la botadura se celebró con solemnidad el descubrimiento; de la lápida qué,
Ferrol dedica, en la plaza contigua al, Astillero, a la memoria dé su
bienhechor, el almirante don José Ferrándiz. Desde la tribuna presenciaron la ceremonia
la infanta doña Isabel, el ministro de Marina, la viuda e hijos dé Ferrándiz,
las autoridades y comisiones del Ejército y de la Armada.
Álbum | De
la botadura del crucero «Miguel de Cervantes»
Fuentes:
-ABC.es Hemeroteca, del 20/05/1928, p. 33
-Navantia
-wikipedia.org
-Fotos: Archivo de la S.E. de C.N.