Navantia ha propuesto a los
sindicatos con representación en su plantilla llevar a cabo un proceso de
rejuvenecimiento de personal que supondrá la salida anticipada de 2.200
trabajadores (el 42 % del total), y la contratación de 1.658 nuevos empleados.
Así, tendrán que abandonar la empresa todos los trabajadores en activo que
tengan 61 años desde el 1 de enero del 2019 hasta el 31 de diciembre del 2022,
siempre que cuenten con una antigüedad mínima de cinco años. En cuanto a las
nuevas contrataciones, la compañía pública apunta a 1.658 nuevas
incorporaciones, que se llevarían a cabo de forma escalonada: el año que viene
entrarían 563 empleados, 546 en el 2020, 390 en 2021 y 159, en el 2022. La
compañía subraya además que la previsión de empleo podría ser mayor cuando
Navantia entre en beneficios.
Esta es la última propuesta que la
empresa que preside Susana de Sarriá ha presentado en el marco de las
negociaciones del convenio colectivo único. Ayer, la dirección y las centrales
firmaron en Madrid el acta del fin de las conversaciones. Los sindicatos
consideran que las negociaciones no dan más de sí, por lo que, como viene
siendo habitual en este tipo de procesos, serán los trabajadores de la compañía
pública los que tengan que decir ahora la última palabra.
Navantia también ha trasladado su
plan de inversiones, cuantificadas en 95 millones de euros anuales. En su mayor
parte, sostiene la firma, irán destinados a la transformación digital y la
optimización de los procesos a través de las nuevas tecnologías, así como a la
modernización de los astilleros.
Primer
convenio único
La compañía entiende que ha sentado
las bases para crear ese convenio único que, si obtiene el visto bueno de los
trabajadores, sería el primero en la historia de los astilleros públicos.
Además, Navantia también ha
propuesto a su plantilla el desarrollo de un plan de formación del que también
se beneficiará la industria auxiliar.
El convenio único es una de las
piezas fundamentales del plan estratégico que los astilleros públicos españoles
prevén aplicar desde principios del 2019 hasta el 2022, con el fin de enderezar
el rumbo de la empresa y hacerla rentable.
Acta final
Según informa la comisión
negociadora, el incremento salarial incluido en el acta final
consiste en la actualización de las tablas en un 1 % para los años 2016 y 2017,
con el abono de los atrasos; mientras que para el presente ejercicio el
incremento es del 1,5 % desde el 1 de enero y 0,25 % más desde el 1 de julio,
con otro 0,20 % ligado a la productividad. Para el período del 2018 al 2021 se
fija lo estipulado en los presupuestos generales, incrementado en el 0,8 % como
cláusula de fidelización.
En cuanto al rejuvenecimiento de las
plantillas, el acta final de la mesa negociadora recoge que se garantiza
el 75 % de las salidas anticipadas como entradas definitivas y el 25 % como
entradas temporales.
Fuente: La
Voz de Galicia