El alcalde de Fene, Gumersindo Galego, informó del
final de las obras para poner fin a los anegamientos que, hasta la fecha, se
venían registrando en las viviendas de la zona baja de la Ribeiroa, en el
muelle de Barallobre. Los trabajos contaron con un presupuesto de 9.000 euros y
consistieron en la renovación de las canalizaciones del río en un tramo de 10
metros, coincidente con el trecho final.
Esas inundaciones comenzaron con la entrada en
funcionamiento de la EDAR sita en el muelle de Barallobre, y siempre coincidían
en época de lluvias. Por este motivo, el Ayuntamiento encargaba la Viaqua un
informe de situación, en el que se detectaba que la salida del río canalizado
que discurre por la calle Ribeiroa se encontraba obstruido debido al
derrumbamiento del canal de salida del río. Un derrumbamiento que, además de
impedir la libre circulación del agua, retenía todos los elementos sólidos que
transporta el cauce, tal como hojas o palos, lo que provocaba un embalsamiento
del agua dentro del colector. Ese trecho de río canalizado está, a su vez,
conectado mediante una tubería con el colector de aguas residuales que
transporta el agua hasta el tanque de tormentas sito en la misma zona. Una
tubería que sirve de aliviadero al colector pero que, al acumular la agua,
producía el efecto contrario, colapsando la red de fecales y provocando
desbordamientos por las arquetas de los domicilios.
Para darle solución, el Ayuntamiento actuaba en las
últimas semanas en los últimos diez metros del tramo del río desde su
desembocadura. Trecho que coincide con el punto de conexión del tubo que sirve
de aliviadero al colector de fecales que transporta el agua residual al tanque
de tormentas. De este modo, se renovó ese tramo de 10 metros de canalización.
Unos trabajos que precisaron de la demolición y reposición del aglomerado y de
un trecho de las escaleras de hormigón, la excavación de tierras y gestión de
residuos y la instalación de un sistema de bombeo mediante pozos y tubos
provisionales para la modificación del curso del río manteniendo la zona de
trabajo la más sequía posible, así como la planificación de los trabajos con
las mareas.