El
secretario general de Política Lingüística de la Xunta, Valentín García,
participó este tarde-noche de ayer viernes 24 de enero, en el Centro Cultural
Torrente Ballester, en la inauguración de la muestra «Imagen de cien años»,
con la que el Ayuntamiento de Ferrol abre el año dedicado a Ricardo Carvalho
Calero, ilustre hijo de la Ciudad Departamental a quién la Real
Academia Gallega (RAG) le rendirá homenaje el próximo Día de las Letras
Gallegas.
Junto
con el secretario general, intervinieron en la inauguración Ángel Mato Escalona,
alcalde de Ferrol; Víctor F. Freixanes, presidente de la real Academia Galega (RAG);
Margarita Carballo- Calero Ramos, hija de Ricardo Carvalho Calero, y Delia
Vázquez Vázquez, estudiosa del autor homenajeado y miembros de la corporación
municipal de Ferrol. Tras el acto institucional, autoridades y convidados
asistieron a una visita guiada a la exposición.
Valentín
García señaló que «Ferrol pode enorgullecerse de ser o berce dun dos autores
máis influentes na evolución da cultura galega ao longo do século vinte: aquel
que coa súa obra inaugurou os estudos literarios galegos, aquel que levou a
lingua propia de Galicia ás aulas universitarias, aquel cuxo pensamento
lingüístico marcou os debates sobre o galego do derradeiro terzo da centuria”.
Vida y obra de un
ferrolán ilustre
Ricardo
Carvalho Calero nació en Ferrol el 30 de octubre de 1910, ciudad donde pasó la
infancia y la adolescencia y de la que fue nombrado hijo predilecto en 1990,
semanas antes de su muerte. Autor de poesía, narrativa y teatro, destacó
también como historiador de la literatura gallega y primero catedrático
universitario de Lingüística y Literatura Gallega en la Universidad de Santiago
de Compostela.
Ahora,
y hasta el próximo 31 de mayo, el Centro Cultural Torrente Ballester de Ferrol
acogerá la muestra «Imagen de cien años», que recorre su trayectoria. Se
trata de una exposición biobibliográfica que consta de más de treinta primeras
ediciones de publicaciones de Ricardo Carvalho Calero y de una serie de objetos
personales cedidos por su familia, tales como placas de reconocimiento, las
medallas de la Real Academia Gallega y de cátedra, relojes de pulso o de
bolsillo, un calzador o su bastón.
Falleció
en Santiago de Compostela el 25 de marzo de 1990