El Lunes Santo saca a la calle, en Ferrol, la procesión de Cristo Rey y de la Virgen de la Amargura, que organizó la Cofradía de Dolores y que discurrió por el centro de la ciudad a través de calles como Méndez Núñez, Real, Sánchez Barcáiztegui, Magdalena y Tierra. La imagen de la Virgen cuenta con un manto bordado en el taller del artista andaluz Enrique Carrascal. Una pieza de terciopelo que es fruto de las donaciones de los propios cofrades.

Procesiona, además, la Virgen, sobre el renovado trono de la Cofradía de Dolores. Un trono remodelado en los talleres de Cándido Hermida, donde se le ha dotado de la ornamentación de la que carecía antes. El trono lleva ahora el escudo de Dolores en su frontal, además de múltiples aplicaciones de plata. Y, además, en clara alusión a la devoción mariana que tan marcada está en el espíritu de la cofradía, cuenta ahora, también, con representaciones de las vírgenes del Carmen, el Socorro, el Pilar y el Rosario, todas ellas con sus respectivas hornacinas.

Se ha recuperado, además, el plateado, entre otras piezas, de los varales. Se da la circunstancia, además, de que el Tercio de la Amargura cumple 30 años de historia.

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